La fiebre es un síntoma común en los niños y puede ser una preocupación para muchos padres. A menudo, la fiebre es una respuesta natural del cuerpo a una infección y, en la mayoría de los casos, no es motivo de alarma. Sin embargo, es importante saber cómo manejar la fiebre de manera adecuada para garantizar el bienestar de los niños. En este artículo, discutiremos diversas medidas para ayudar a los padres a lidiar con la fiebre en sus hijos de manera segura y eficaz.

¿Qué es la fiebre?

La fiebre es el aumento de la temperatura corporal por encima de los niveles normales, generalmente considerada cuando la temperatura alcanza los 38°C (100.4°F) o más. La fiebre es una respuesta del sistema inmunológico del cuerpo para combatir infecciones virales o bacterianas. Además, puede ser causada por otros factores como la dentición, el sobrecalentamiento o una reacción a ciertos medicamentos.

Cómo medir la fiebre:

La temperatura corporal se puede medir de varias formas. La forma más común es utilizando un termómetro. Los termómetros digitales son rápidos y precisos, y se pueden usar tanto en la axila como en el recto, la boca o el oído, dependiendo de la edad del niño. Es importante seguir las instrucciones del termómetro y no confiar únicamente en la «sensación» de calor del niño.

Cuándo buscar atención médica:

En la mayoría de los casos, la fiebre en los niños es autolimitada y no representa un problema grave. Sin embargo, hay ciertos signos y síntomas que pueden indicar la necesidad de buscar atención médica de inmediato, como:

1. Temperatura rectal superior a 38.5°C (101.3°F) en un bebé menor de 3 meses.
2. Fiebre que persiste durante más de 72 horas.
3. Convulsiones febriles.
4. Cambios en el estado de alerta o comportamiento del niño.
5. Dificultad para respirar o respiración rápida.
6. Erupción cutánea que no desaparece con la presión de un vaso.

Medidas para manejar la fiebre en casa:

La mayoría de los casos de fiebre en los niños pueden manejarse en casa siguiendo estas pautas:

1. Proporcionar suficiente líquido: La fiebre puede causar deshidratación, por lo que es importante asegurarse de que el niño esté bien hidratado. Ofrezca agua, jugo diluido o caldo a intervalos regulares.
2. Vestir al niño adecuadamente: Vístalo con ropa liviana y transpirable para ayudar a disipar el calor corporal. Evite abrigar al niño en exceso.
3. Mantener un ambiente cómodo: Mantenga la habitación del niño fresca y ventilada. Evite el exceso de calor o frío.
4. Usar medicamentos antifebriles: Si el niño se encuentra incómodo debido a la fiebre, puede considerarse el uso de medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno, siempre siguiendo las indicaciones de dosificación adecuadas para la edad y el peso del niño. Nunca administre ácido acetilsalicílico (aspirina) a niños menores de 18 años debido al riesgo de síndrome de Reye.
5. Controlar los síntomas asociados: Si el niño presenta malestar, dolor o dolor de cabeza, se pueden utilizar medidas adicionales como compresas frescas en la frente o baños tibios para aliviar los síntomas.

Cuándo llamar al médico:

Además de los signos de alarma mencionados anteriormente, es importante comunicarse con el médico si:

1. El niño es menor de 3 meses y tiene fiebre.
2. La fiebre persiste más de 24-48 horas sin una causa obvia.
3. El niño muestra signos de deshidratación, como orinar menos de lo habitual o llorar sin lágrimas.
4. El niño tiene otros síntomas preocupantes, como dolor de garganta intenso, dolor de oído persistente o sarpullido que se propaga.

Conclusión:

La fiebre en los niños es una respuesta común a las infecciones y, en la mayoría de los casos, no es motivo de preocupación. Sin embargo, es esencial que los padres sepan cómo manejar adecuadamente la fiebre y cuándo buscar atención médica. Siguiendo las pautas mencionadas anteriormente y confiando en su instinto parental, los padres pueden proporcionar el cuidado adecuado y brindar comodidad a sus hijos durante los episodios de fiebre. Recuerde que siempre es mejor consultar con un médico si tiene alguna preocupación o pregunta relacionada con la fiebre de su hijo.